martes, 29 de julio de 2008

Los niños del Llullaillaco


El Niño, La Niña Rayo y La Doncella
Hace más de 500 años, los antiguos incas eligieron a tres niños de seis, siete y quince años, entre varios niños, posiblemente por su belleza, nobleza o algún otro atributo. Los ataviaron con prendan lujosas y adornos, y los llevaron a lo alto de una montaña, posiblemente asociada con el reino del Sol, a unos 6730 metros sobre el nivel del mar, en la actual provincia de Salta (Argentina). Cavaron un gran pozo, dejaron allí a los niños, como ofrendas al dios Sol, junto a objetos como cerámicas, estatuillas, adornos, además de comida como carne seca. Posiblemente, habrían muerto debido a las inclemencias climáticas, por congelamiento, pero para los Incas, era el comienzo de una nueva vida junto a sus antepasados.





En 1999, un grupo de investigadores argentinos, norteamericanos y peruanos encontraron a estos niños que estuvieron "durmiendo" por más de quinientos años en la cumbre del volcán Llullaillaco. También encontraron a 146 objetos que los acompañaba como cerámicas, textiles. Bautizaron a estos niños como "La niña del rayo", "El niño" y "La doncella".
Como sus cuerpos no presentan indicios de haber muerto por alguna práctica violenta, se piensa que les habrían suministrado alguna sustancia que les habría provocado adormecimiento, tal vez chicha, bebida alcohólica hecha a partir de la fermentación del maíz. Con el paso del tiempo, el frío congeló estos cuerpos, y como el frío es un agente de conservación, llegaron hasta nuestros días en perfecto estado de conservación, incluso con restos de sus órganos internos.
Estos lugares usados por los Incas para sus sacrificios ofrecidos a sus dioses son conocidos como Santuarios de altura. Los motivos de tales ritos eran obtener favores de las deidades como salud, buena cosecha o agradecer la fertilidad de la tierra, la prosperidad, etc. Este hallazgo es único por la conservación de los restos ya que permiten a los investigadores conocer detalles importantes del pasado tanto en cuestiones biológicas (patologías, grupos sanguíneos del pasado) como culturales (tipos de ritos, tecnología de objetos, etc.).
Se ha creado en la ciudad de Salta (Argentina) un museo denominado Museo de Arqueología de Alta Montaña o MAAM, que es visitado desde noviembre de 2004. En él se encuentran exhibidos los objetos y las momias. Se puede tener más información en el sitio: http://www.maam.org.ar/

miércoles, 23 de julio de 2008

En una operación le retiran 17 objetos del estómago

En el hospital de Trujillo, en el norte de Perú, fue operado un hombre de 38 años, al cual le retiraron 17 objetos del estómago.
El hombre, identificado como como Luis Z. A., sufre de esquizofrenia y fue llevado al hospital por sus familiares porque sufría fuertes dolores en el estómago.
Al ser operado, los médicos descubrieron que tenía en el estómago: alfileres, clavos, dos alambres, una navaja, una hebilla de cinturón, un lápiz corrector, un bolígrafo y una aguja, que fue la causante del dolor al perforarle el colon.
Luis Z.A. se está recuperando de la operación, y en los próximos días será dado de alta

martes, 15 de julio de 2008

En una ciudad de India se paga a los habitantes que van al baño

Debido a la antihigiénica e insalubre práctica de orinar y defecar al aire libre, la ciudad de Musiri, en el Estado de Tamil Nadu ha decidido premiar con dinero a aquellos habitantes que utilicen el baño. Se les abonan 14 centavos de dólar al mes si son capaces de aliviar sus necesidades básicas en inodoros especialmente construidos, al que acceden mediante una tarjeta dos veces al día. De acudir en más ocasiones, los responsables les urgen a acudir al médico.
Marathi Subburaman es el autor de la innovadora idea mediante la cual no solamente se intenta hacer tomar conciencia sobre las prácticas higiénicas, sino también se busca comprobar la efectividad de estos desechos orgánicos como fertilizantes. Subburaman explicó que las autoridades están instando a la ciudadanía a "conocer el valor de su orina". Este proyecto pionero se ha convertido en noticia en un país en el que alrededor de 330 millones de personas carecen de acceso a adecuadas instalaciones, algo que en el caso concreto de Musiri se palia habitualmente acudiendo al río.
Ahora alrededor de 150 residentes usan el baño instalado, y ya se plantea para el próximo año "instalar 'bancos de orina' y venderla a los granjeros" para usarla en sus plantaciones.